escribiré un poema con las palabras que te gustan
para que patinen en solitarios roller derbys

para regalártelo en una revista envuelta en papel de periódico

mi aparato de los dientes
muerde el pez de los desastres para que no te persigan

la magia está en algún sitio
(en los dibujos colgados en la pared,
en la época del "¿te acuerdas?")
en la posición y en la funda de una almohada

las palabras barbáricas
que pueden salir abruptas de una pistola de agua,
y las dulces que vienen del mar, y las sosegadas que llueven mientras vas en bus a la ESAPA

no caben en la bañera sin que vengas a triturarlas con photoshop
sabemos que no es creación pero es más suave que un martillo neumático destruyendo las vías del tren

¿por qué venden los libros de poemas tan pequeños?
si Rilke levantara la mano y pidiera permiso para hablar, ¿quién escucharía entre tanta babosa derrapando?